No sé a ti cómo te habrá ido...
Pero mi vida no deja de cambiar y de transformarse.
Y creo que no soy el único.
A nivel global, aún no hemos salido del Covid y ya estamos en guerra...
Y, por si esto no fuera poco, luego tenemos la esfera personal.
Parejas que se terminan.
Cambios laborales.
Familias que se transforman.
Y mucha, mucha incertidumbre.
Entiendo que haya quien prefiera hacer como que no pasa nada.
De verdad.
Lo entiendo.
Pero la realidad...
Es que sí pasa.
Y pasa mucho.
Y si no sabemos vivir bien los cambios que se siguen presentando...
En mitad de una transformación mundial como la que estamos viviendo...
Vamos a sufrir.
Lo veo en consulta a diario.
Es así de sencillo.
Sufrimos el cambio.
En lugar de vivirlo.
Y no digo que todo vaya a ser de color de rosas.
Digo que podemos aprender a sentirnos mejor.
Podemos navegar estas aguas inciertas.
E, incluso, podemos disfrutar de la tormenta mientras se abren las nubes y descubrimos la luz tras ellas.
Este retiro que te ofrecemos tiene mucho que ver con esto: con la luz detrás de la tormenta.
Permíteme hacerte algunas preguntas: